domingo, 22 de marzo de 2015

Vendido

Orillas, óleo sobre tela 90x100. Año 2015



Orillas nació como un encargo, necesitaban un cuadro de un tamaño en particular para ocupar un espacio particular por unos días. Como los que tenía de ese tamaño ya habían visitado ese espacio particular decidí hacer uno de cero. Preparé la tela sobre el bastidor y comenzó el proceso de imprimación. Este proceso, además de ser más económico, es parte de la obra, es el esqueleto, porque allí se va gestando algo que no tengo idea que va a ser. Sigo con mi primer amor y el que me dio los resultados más gratificantes, no bocetar. Difícil. Se produce la lucha entre lo que quiero imponer y lo que tiene que aparecer, aparece la frustración, me digo que voy a dejar la pintura, que no sirvo para esto. Sueño, me obsesiono, no duermo, vuelvo a intentar, otro día, otra energía, me reconcilio, me gusta "algo", me aferro a eso, me perdono, lo sigo intentando y acepto que es "eso". Y allí sigue su ruta, todavía húmedo, se fue. El nombre surgió al final, simplemente lo vi. El desprendimiento fue aliviador en su momento, sabía que lo volvería a ver. 
En ese lugar particular, personas de otras orillas lo vieron, porque estaba ahí para eso. Nunca sabré lo que les dice a ellos, seguramente sea distinto a lo que me dijo a mí. Fui la creadora pero ya no soy la dueña, le pertenece a otros, a todos aquellos que lo vean y les provoque "algo". No lo voy a comparar con un hijo porque separarme de él todavía húmedo me hubiese dejado la peor huella en el alma. Y por el contrario me siento feliz de que alguien se lleve una obra mía a otra orilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario